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SOPAS MALLORQUINAS


Posiblemente en sus orígenes las sopas mallorquines eran un

plato recurrente para gran parte del año, porque con la base del

pan duro mojado en caldo, te permitía completarlo con

infinidad de productos de la temporada, la col, las acelgas, las

espinacas, etc. y en según qué periodo del año, se le

incorporaba algo de carne magra de cerdo principalmente, pero

eso solía ser más en época de matanzas, de ahí que también se

las denominan "sopas de matanzas". En su literatura Ramón

Llull ya describe las sopas de pan como una ambrosía en la

mesa.

En la actualidad las sopas mallorquinas se elaboran todo el año

y son uno de esos platos tradicionales de reconocida estima por

parte de los profesionales dedicados al mundo de la

gastronomía y aún más por los consumidores.

Un primer plato compuesto por rebanadas finas de pan payés

que hace las veces de sopa y que al añadir el agua, actúa como

elemento absorbente, recogiendo el sabor de los demás

ingredientes. Dependiendo de los gustos de cada uno hay quien

las quiere más caldosas y otras más secas.

Para su preparación es conveniente utilizar una greixonera

(cazuela de barro), en la que calentamos aceite de oliva, bien

picadito sofreímos ajos, cebolla y puerros, incorporaremos las

demás verduras cortadas, acelgas, perejil, col, coliflor,

pimientos, espinacas, preparando buen un sofrito, al que

añadiremos la carne de magro de cerdo también cortada a

pequeñas porciones que le darán algo más de sabor y

consistencia, sal, pimienta o pimentón, agua y las sopas que

podemos haber preparado cortando el pan en rodajas muy

delgadas o que podemos adquirir en panaderías, ya cortado y

envasado especialmente para este menester.

Lo dejaremos aproximadamente una media hora al fuego hasta

que cueza y ya estarán listas para llevar a los comensales.

Una vez servidas en la mesa, suele ser habitual que haya unas

aceitunas partidas, una guindilla en vinagre, o hinojo

envinagrado, incluso pimiento verde cortado a tiras y con unas

gotas de aceite de acompañamiento.

Los ingredientes imprescindibles para llevar a cabo esta humilde

receta son las rebanadas de pan moreno, el aceite de oliva

virgen, los tomates de ramillete, cebolla, ajos, coliflor, puerros,

col, perejil, pimiento rojo, acelgas, espinacas, magro de cerdo,

agua o caldo, sal y pimienta, lo mejor "tap de cortí".

Texto: Xisco Barceló