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El aperitivo más típico, "el Palo"


El Palo de Mallorca es un aperitivo de tradición. Una bebida espirituosa que tiene su origen en plantas medicinales.

En los últimos años sufrió cierta decadencia, pero parece ser que por las modas y tendencias de los combinados de coctelería ha vuelto a recuperar parte del terreno perdido.

Este licor espeso y oscuro cuyo nombre proviene del palo de quina, se elabora mediante caramelo tostado y con destilado de quina y de genciana. Su uso como tal, se documenta desde mediados del siglo XIX, aunque su origen posiblemente sea muy anterior en las regiones orientales de los Andes de Perú.

Se conoce por corteza de quina o corteza peruana, o corteza jesuita a un remedio que fabricaban los sacerdotes jesuitas, misioneros en Perú con varias especies, entre ellas la Cinchona officinalis o también denominada quina que servía para combatir la fiebre de la malaria y el paludismo, entre principios y mediados del año 1.600 y que aún en nuestros días se reconoce el valor de aquel hallazgo por parte de la comunidad médica ya que el alcaloide que se produce de esta especie es la quinina y posee propiedades farmacológicas antipalúdicas, antipiréticas y analgésicas.

Fue la Condesa de Chinchón quién se trajo la corteza de quina a España, tras haber enfermado en Lima en 1638 y curada y tomando infusiones del palo de quina. Aquel remedio se extendió por toda Europa.

Debido a la cantidad de zonas pantanosas en Baleares, los mosquitos portadores de las fiebres campaban a sus anchas sin que nada les impidiera su progreso. Los comerciantes que acudían a las islas trajeron el remedio, introduciendo el consumo de la corteza de quina de la cual se obtiene la quinina y de la raíz de genciana.

A su llegada comienza a tomarse como jarabe por sus influencias curativas, pero la mezcla de aquellas hierbas de similares propiedades era demasiado amarga. Con el paso del tiempo y como recurso efectivo se fue instaurando en la sociedad. Se fue reduciendo la cantidad de quinina y genciana aumentando las proporciones de azúcar, a base de hervir uvas, higos secos y algarrobas, cuando había escasez de materia prima, hasta que debido a la facilidad que tenía aquel producto para fermentar se pensó en añadirle alcohol.

En nuestros días el Palo se sigue consumiendo, más en los pueblos que en Palma. Se etiqueta con indicación de Procedencia ya que en 1993 se aprobó el reglamento de la Denominación Geográfica Palo de Mallorca. Son varios los elaboradores que lo fabrican en Mallorca y en Ibiza y lo distribuyen a sus clientes. Se toma con sifón, o agua con gas u otras bebidas gaseosas y unos cubitos de hielo y combina bien como aperitivo de mediodía, hay quien le añade unas gotas de limón, incluso un chorrito de ginebra. Los aficionados a esta bebida destacan los aromas del azúcar quemado a punto de caramelo y el alcohol y la densidad en el paladar, dulce y amarga al mismo tiempo.

El Palo es un buen acompañante del pudin casero. Una vez servido el postre en la mesa, unos chorritos de Palo sobre el mismo y... ¡a disfrutar!